viernes, 29 de mayo de 2009

Y FUE UN ÉXITO…

Ayer, 28 de mayo, tuvo lugar por la tarde a las 18 horas la Fiesta de Fin de Curso del Departamento de Español. Vanessa Fagundes y su guitarrista llevaron con gran soltura toda la ambientación musical, basada en canciones brasileñas especialmente (bossa, sambas..) y también alguna en lenguas inglesa y española. Creo que mantuvieron muy bien el tipo y aguantaron hasta el final sin perder un ápice de buen humor y amabilidad.
Por otra parte, la fiesta se vio amenizada por la presencia de parejas, ex-alumnos, conocidos, amigos de amigos de amigos, etc… y también –y eso es especial- por la presencia de profesores y alumnos de otros idiomas. Ciertamente no asistieron todos los que habían sido invitados, pero la presencia de quienes asistieron (Pedro Cuenca, María José Morte, Asun Caballero, Elena Sancho, María José Pueyo, Carmen Barrau, Javier Brox, Concha Salinas (Gatiuska), Amalia Jarné, Merche, Palmira, Vega …) convirtió la fiesta en un lujo para quienes disfrutamos de su presencia. Desde aquí queremos darles las gracias porque su presencia nos ha dado más fuerzas para continuar en nuestro empeño.
Perdonadme que me vaya por los cerros de Úbeda y os cuente una pequeña anécdota que me viene a la cabeza. Hace años, pasamos unas semanas en Asturias, donde ocupamos una habitación en una casa de turismo rural maravillosa, limpia, tranquila y acogedora. Pero teníamos que ir a un mesón restaurante que estaba a unos cuatrocientos metros a comer y a cenar, porque en la casa no daban almuerzos. Lo pasamos tan bien y disfrutamos tanto de la comida en esas semanas que, al despedirnos, quisimos darle las gracias al dueño por su exquisita amabilidad y, sobre todo, por su magnífica cocina. Así lo hicimos y el hombre –entrado en años y con miles de horas de bar a sus espaldas- no pudo menos que sonrojarse y en una especie de finta con final feliz dijo estas palabras: “Si de algo nos podemos sentir orgullosos es de NUESTROS CLIENTES”.
Retomando el hilo del discurso, debo decir que si algo brilló en la calurosa tarde de ayer fue no la comida, ni la bebida, ni el lugar –lo de los pinos y el césped estuvo pero que muy bien- sino especialmente NUESTROS ALUMNOS. De verdad que su presencia dio vida y su alegría, amabilidad y buen humor hicieron de la tarde un buen momento de encuentro. Siempre hay cosas inevitables: el pudor, la vergüenza, la palabra que no encuentras, la pregunta que no haces, la duda, el exceso de respeto, la palabra no entendida… Pero todo quedó resumido en una sola: CERCANÍA. Por todo ello, lo más importante de la fiesta fue LA CALIDAD DE LAS PERSONAS QUE ASISTIERON y su comportamiento cercano, amistoso y divertido.
Desde este momento quedáis invitados a las siguientes fiestas que hagamos, así que id preparándoos!
Finalmente, no sería justo terminar este breve crónica sin dar las gracias a quien ha sido el alma mater (o mejor el alma pater) de todos estos eventos, concursos, trabajos, juegos, divertimentos, provocaciones y colaboraciones. Sería injusto dejar sin nombrar a RICARDO DUERTO, nuestro jefe de Departamento, que ha llevado durante siete largos años el peso del mismo y que ha imprimido carácter, carácter que no va a ser fácil ni de imitar ni de mantener. En el mes de agosto dejará de ser Jefe de Departamento para reintegrarse a las labores docentes a tiempo completo. Los que le conocemos sabemos que lejos de ser esto una carga, será un descanso merecido. Los que nos quedamos al mando sabemos que será muy difícil mantener el ritmo, aunque soñamos con que pasen pronto los próximos años para que VUELVA A TOCARLE A ÉL!!!
¡¡GRACIAS a TOD@S!!

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