23 son los pares de cromosomas que contiene el núcleo de una célula humana. El denominado par 23 determina uno de los rasgos más definitorios: el sexo. 23 son los segundos que tarda la sangre en recorrer el cuerpo humano. A partir de ahora, 23 serán también las imágenes que resuman aquel viaje a la Huesca verde y profunda, en el que la inestabilidad climatológica contrastó con el buen rollo general.
1. Hace dos decenas de miles de años, sobre los acantilados de la Sierra de Guara que dan al Vero…
3. …en condiciones de vida extremas y sorteando todo tipo de peligros, cerca del actual pueblo de Colungo,
9. Lo llaman arte esquemático.
10. Lo acompañan teorías y hasta materiales didácticos.
11. Tiempo más tarde, en Alquézar, hubo primates superiores que prefirieron mesa y mantel…
12. …y primates no menos superiores que siguieron escogiendo el río como su salón-comedor.
13. Al final, la subida a la Colegiata nos igualó a todos.
14. Homínidos sentados…
15. …u homínidos de pie.
16. El guía de la Colegiata, en plena exhibición, utiliza como puntero su propio bastón.
17. Y, en desaforada demostración del arte de la esgrima, es capaz de cimbrear la gayata a escasos milímetros de las tablas medievales, sin que hasta el momento se hayan reseñado daños en el patrimonio.
18. Y, como en todo viaje que se precie, volvimos con varias lecciones aprendidas. O las pusimos en práctica. Saber bajar.
19. Saber posar.
11. Tiempo más tarde, en Alquézar, hubo primates superiores que prefirieron mesa y mantel…
12. …y primates no menos superiores que siguieron escogiendo el río como su salón-comedor.
13. Al final, la subida a la Colegiata nos igualó a todos.
14. Homínidos sentados…
15. …u homínidos de pie.
16. El guía de la Colegiata, en plena exhibición, utiliza como puntero su propio bastón.
17. Y, en desaforada demostración del arte de la esgrima, es capaz de cimbrear la gayata a escasos milímetros de las tablas medievales, sin que hasta el momento se hayan reseñado daños en el patrimonio.
18. Y, como en todo viaje que se precie, volvimos con varias lecciones aprendidas. O las pusimos en práctica. Saber bajar.
19. Saber posar.
Ciertamente lo pasamos muy bien. Ejercimos de homínidos en todas las facetas posibles, pero la más señera para mí fue la de la res coquinaria, esto es, la de la paellita generosa y los vinitos aterciopelados del somontano que los jefes de la tribu nos tomamos mirando al lado contrario y que hizo las delicias de los merecidos comensales.
ResponderEliminar¡Ah, y todo lo demás muy bonito, muy bonito, muy bonito! Lo del anís de Colungo lo dejamos para otra ocasión.
Muy bien, Jefe!!