martes, 21 de diciembre de 2010

La penúltima comida

Han demostrado a lo largo de las últimas semanas que tienen el ingenio en la punta de sus bolis. Son el alma de este blog. Y lo serán en las próximas semanas, que vienen cargadas. En femenino (con permiso de Amine): Fieles aliadas. Solidarias. Generosas. Respetuosas. Esforzadas. Ocurrentes. Aplicadas. Divertidas. Y no menos importante: excelentes cocineras.
Hay veces (pocas) en que las apariencias no engañan. Y esta es una de esas. Habitan la 305, de 11.30 a 13.45, de lunes a jueves. Se les puede reconocer por que llevan bajo el brazo un libro color azul-mar, suponiendo que ese color exista, con unas letras en blanco: Avance. En la esquina superior izquierda, junto a un código propio de los carnés de conducir (B1.1) aparece un apunte de la bandera europea, con cinco estrellas que los identifican.
Ocurrió el miércoles 15. No fue cena y tampoco fue la última. Pero si contáis el número, os saldrán 12 + uno. Una, en realidad: la pequeña Bambú. Sí tuvo algo de rito iniciático. Fue un concurso gastronómico atípico. Había una buena base: no había bases; la mejor manera de que todos ganáramos.



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