Tenía el día perezoso, desmotivado y desnortado. A punto he estado de alegrarme a mí mismo la jornada recogiendo en el blog algún poema de crueldad conyugal o de ruptura sentimental con el que vacunarme del empalague de tanto aprendiz de cupido y de tanta sanvalentina. Pero al final va a ser que no.
In extremis, ha llegado a la bandeja de entrada de las Colaboraciones este poema de Almudena Vidorreta, perteneciente a su libro Lengua de Mapa. Y me ha descolocado; dejo la bilis para mañana y aquí lo coloco, loco loco.
que se quedan en la memoria,
desapercibidas aparentemente en la primera escucha
o en la segunda lectura incluso
para resurgir después
y volar y perseguirme
con la necesidad inexplicable
de ser reescritas,
reutilizadas.
Exactamente así
te estoy mirando ahora.
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