jueves, 2 de febrero de 2012

El espíritu de la casa

Actividad extraída de Aula 4. Curso de español, Editorial Difusión, Barcelona 2005.

Gracias al artículo conocí más detalles sobre Velázquez, por ejemplo, que él tenía una hermana, pero vivía solo, ejercía como psiquiatra y atendía a sus pacientes en casa, utilizaba un medicamento descubierto por él, para curar a los pacientes con síntomas de ansiedad.

De camino a casa, estuve dándole vueltas a la cabeza intentando relacionar todo lo que leí, con las pistas que me dio el espíritu de Velásquez, y la única conclusión que saqué fue, que le pudo matar una mujer, por el modo en que lo hizo, utilizando unas tijeras como arma homicida, que indicaba que el crimen no fue planeado. Así que, como dicen los franceses “ Cherchez la femme”

Cuando llegue a casa decidí observar más profundamente la cocina, esperando encontrar algo que me pudiera ayudar en la investigación. Y efectivamente tras una hora de búsqueda, encontré una caja de caudales, que fue escondida en la parte más alta del armario de la cocina detrás de unos utensilios antiguos, donde estaban guardados el diario del doctor y el historial clínico de una paciente.

¿Por qué tuvo que esconder el historial de una paciente junto con su diario?¿ Por qué no lo guardó junto con el resto de los historiales?

Los cinco días siguientes los pasé, leyéndolos y por fin vi todo con más claridad, hasta pudo decir quién asesino al doctor y por qué motivo, solo necesitaba resolver una duda que tuvo el doctor Velásquez..Y para resolverla me dirigí a un laboratorio farmacéutico.

Ya no me quedaron más dudas. Al analizar toda la información, pude describir la escena del crimen.

La tal María Teresa Bella Triste, una paciente del doctor, cuyo historial estaba escondido junto con su diario, era su primera paciente que sufría de ansiedad a causa de la muerte de su marido. El doctor la trataba con el medicamento descubierto por él, “terivantex”, y también con todo su cariño, así que la mujer se enamoró de él y el doctor le correspondió. Por eso tenía su historial escondido, porque como su psiquiatra no podía tener relación con la paciente, eso le podría costar la licencia medica. Una tarde de viernes, a la hora de la sesión de psicoterapia con María Teresa, vino a visitar al doctor su hermana Ana. Mientras los hermanos estaban hablando en la entrada, María Teresa les observaba desde el despacho y escuchaba la conversación donde el doctor se disculpaba por no poder atenderla en este momento, y quedó con ella el lunes para cenar. Luego se despidieron cariñosamente, dándose dos besos. Lo que produjo a María Teresa un ataque de ira. Esa es la duda que tuvo el doctor a cerca de la medicina que descubrió, porque a lo largo del tratamiento observaba los ataques de agresividad de los pacientes en diferentes circunstancias, que le hizo dudar en los posibles efectos secundarios que pudiera producir el “terivantex”. Por eso, dejaron de usarlo, porque curaba la ansiedad, pero aumentaba la agresividad. Al día siguiente María Teresa volvió a acudir a la consulta con el motivo de una recaída, causada por los celos que tenía por la mujer que fue a casa del doctor, y en una discusión presa de un ataque de ira, clavó las tijeras en la espalda de su amado doctor, y después de entender lo que hizo desapareció.

Por fin he resuelto el misterioso crimen de mi casa, que la policía no pudo resolver en su momento, porque entonces no encontraron las huellas, ni la caja escondida con el diario y el historial, y porque el desorden en el despacho llevó la investigación por el camino equivocado, haciéndoles pensar que el motivo del asesinato fue el robo de algún documento o alguna formula secreta de algún medicamento.

Mañana iré a la policía.

Creo que ahora el espíritu de Velásquez puede descansar en paz.

(Por Svetlana Salamova, 2º de Intermedio)

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