lunes, 16 de junio de 2014

Martes y Trece, por Tatiana F.

Es martes y trece, no sé si es un mal día para casarse o para embarcarse, pero desde luego te saca la mala leche el hecho de una pérdida del tiempo. Cuando pierdes un día de clase porque tienes una cita del médico y encuentras con las personas a las que no les importa, ni su trabajo, ni la gente que les necesite. Quiero quejar de la mala atención médica de la seguridad social. Uno se siente impotencia, que pagando la seguridad social nadie le hace caso, le mandan de una puerta a otra, con un papel y una espera de meses. Y le empiezan preguntar de nuevo, que es lo que le ha pasado y desde cuando le duele, teniendo el diagnostico en la mesa le dicen, pues ya le vemos bien y no sabemos ni para que viene. Te sientes una vergüenza, esperando en los pasillos y viendo que los médicos no tienen ninguna prisa, van por pasillos con su cafetito como holandeses errantes sin ningún destino. Les da igual que haya mucha espera y haya gente desesperada. Al final cuando pasa más de medio año, te des cuenta que tienes que buscar un seguro privado para que te atiendan en condiciones. No sé si se puede denunciar esta situación, que me parece indignante.

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