martes, 14 de octubre de 2014

Ortorexia (4): Katherine

http://smoda.elpais.com/articulos/ortorexia-no-comeras-nada-que-sea-veneno/4688
Alcohorexia
Después de haber asistido a James Madison University, una universidad estadounidense, durante 4 años, las experiencias vivdas me han abierto los ojos a los problemas de mi sociedad. Por supuesto, aprendimos cosas en nuestras clases de historia, relaciones internacionales, y políticas, y salud.  En la última, hablábamos de una correcta alimentación, y lo que sucede cuando no nos alimentamos bien, incluso los desórdenes de anorexia y bulimia. Pero unos de los temas que no hablábamos en clase, sino podíamos ver en campus cada día es el problema de “alcohorexia.”
Según dice Salome Garcia en su artículo “Ortexia: enfermar por comer demasiado sano,” esto es costumbre de mujeres, normalmente entre las edades de 15-30, de contar y restar las calorías de la comida para poder beber más alcohol durante una fiesta. Aunque las chicas de cada edad pueden tener dificultades con el peso y la imagen corporal, este problema de alcohorexia (o drunkorexia en inglés) suele afectar más a los “upperclassmen,” es decir estudiantes en sus segundos, terceros, o cuartos años. Normalmente el primer año es para experimentar en un entorno nuevo, salir de fiesta mucho para conocer a gente nueva, beber mucho, y ganar las típicas 7.5 kilos del año “Freshman.” Casi todo el mundo pasa por esta fase, y solo después de mirarse en el espejo 6 meses más tarde, uno se da cuenta que ha ganado peso y algo tiene que cambiar. Desafortunadamente, después de vivir en ese contexto de libertad y fiesta, lo que las chicas dejan en lugar del alcohol es la comida.
Mi universidad tiene una reputación en la costa este de tener chicas muy atractivas, y con esa reputación viene la presión de mantener una forma física excelente. Si visitas el centro deportivo del campus JMU, vas a encontrar un fila de chicas esperando por todas las cintas y elípticas. En los comedores de campus, puedes encontrar carteles que muestran las calorías de casi todas las comidas en el menú, y chicas leyéndolos con mucho cuidado. Sin embargo, por las noches puedes entrar en un piso o residencia y encontrar una fiesta con cantidades de alcohol que te dejaría sin palabras. Un ejemplo perfecto de ese contraste entre la obsesión con salud y el excesivo de alcohol es organizaciones como hermandades de mujeres y fraternidades. Mientras esas organizaciones tienen una meta de proveer servicio a la comunidad y promover el desarrollo de los miembros, realmente son más parecidos a concursos de belleza. Además, los eventos sociales en ese tipo de organizacion son normalente fiestas llamadas “mixers” entre un fraternidad y un hermandad de mujeres, o fiestas grandes para un evento especial. Pero aparte de estas fiestas grandes, puedes encontrar una reunion con alcohol en un piso o en un bar cerca de campus, y la presión social para participar siempre es inmensa. La única manera de justificar este estilo de vida con un buen cuerpo es no comer durante el día para poder beber sin tener miedo de engordar.
Además, todo el mundo sabe que tienes que comer antes de salir si no quieres estar completamente borracho dos horas después de empezar a beber. Tienes que tener algo en tu estomago para absorber el alcohol. Entonces es lógico que si no comieras durante el día en un esfuerzo de evitar consumir más calorías de comida y guardar las calorías para el alcohol, te emborracharías más fácilmente y rápidamente. En la mente de muchas chicas, eso en una ventaja añadida pero la realidad de la situación es que esta costumbre hace que todo sea más peligroso. Hay muchos más instantes en los que las chicas no reconocen sus límites y terminan la noche vomitando en el inodoro, o incluso peor. Ellas pueden terminar la noche en el hospital con intoxicación por alcohol o dañar con consecuencias a largo plazo a sus órganos como el hígado y los riñones.  Encima, las chicas se convierten en objetivos para violencia y abuso sexual cuando beben más y pierden el autocontrol.
Para cambiar esta costumbre peligrosa en las universidades, muchas cosas tienen que cambiar en la cultura universitaria tanto como en la manera en la que vemos la belleza. Hay que disminuir la presión de salir de fiesta siempre, y enseñar a las chicas como cuidarse de maneras saludables. También, tenemos que prestar más atención a este trastorno, junto con los otros trastornos alimenticios como anorexia o bulimia. Este problema no es sencillo, y seguirá hasta que podamos prevenir este problema y educar mejor a nuestras mujeres jóvenes.




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