miércoles, 26 de noviembre de 2014

Mis recuerdos (1): Katherine

http://smoda.elpais.com/articulos/tus-recuerdos-de-la-infancia-jamas-existieron/5291
Mi primer recuerdo de mi infancia no es un recuerdo real, sino un sueño que tuve con 3 o 4 años. Solo soy capaz de llamar unas imágenes vagas e imprecisas, pero el sueño se trata de una bruja que vivía en mi sótano. Tenía una nariz como un dulce típico en EEUU durante navidades, en la forma de un bastón y con sabor a menta. Mientras alguna gente diría que eso no cuenta como un primer recuerdo, después de leer el artículo de Clara Ferrero que se llama “Tus recuerdos de la infancia en realidad no existieron,” estoy más convencida que es realmente tan válido como los recuerdos “reales” de la infancia que tengo.
En su artículo, Ferrero explica como nuestras mentes son bastantes maleables en el sentido de que nuestros recuerdos suelen ser basados en libros, fotos, historias de familia, u otras fuentes externas. Ferrero utiliza los estudios de varios científicos que muestran el cuerpo de evidencia a favor de esta idea de que los recuerdos son falsos. Una psicóloga cognitiva de California lo expresa muy claramente cuando dice, “Recogemos información y la utilizamos para ‘crear’ nuestros recuerdos o contaminar los que tenemos.” Otros estudios demuestran como los miembros de nuestra familia pueden tener una influencia fuerte sobre nuestros recuerdos, inspirándonos a recordar cosas que nunca pasaron.
Para mí, lo más interesante del artículo es el estudio por el psicólogo Saul M. Kassin, en el que su equipo acusó a los sujetos de estropear un ordenador—un evento completamente inventado y falso. Mientras todos afirmaron su inocencia al principio, cuando una tercera persona confirmó su culpabilidad, muchos de ellos confesaron al acto, e incluso empezaron a dar detalles del evento. Aparte de estudios aislados, podemos ver esta situación en la vida real en un juicio en el que el acusado mantiene su inocencia en las primeras fases, pero luego confiesa al crimen después de oír testimonios que le condenan. Además, podemos ver las consecuencias de nuestras memorias débiles en muchos casos de psicólogos en EEUU durante los años 90. Ellos sugirieron episodios falsos en la infancia de sus pacientes, en cuales sus padres les maltrataron. Así, los psicólogos podían explicar los traumas que sus pacientes experimentaron.
Después de leer este artículo, pensaba en la película americana que se llama “Eternal Sunshine of the Spotless Mind,” en la que una mujer elige a borrar sus recuerdos de un ex­­-novio después de cortar la relación con él, porque simplemente fue demasiado doloroso. Aunque no tengamos la habilidad de borrar recuerdos, claramente tenemos el poder de elegir como queremos recordar un instante de nuestra vida, y también bloquear cosas de nuestras mentes. Poseemos el poder de moldear nuestros recuerdos hacia una forma completamente diferente, y así creamos la realidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario