lunes, 24 de noviembre de 2014

¿Por qué nunca me dices que me quieres? (6): Katherine

http://smoda.elpais.com/articulos/por-que-nunca-me-dices-que-me-quieres/5220
En muchas culturas existe el estereotipo del hombre fuerte e insensible. Esta imagen de la masculinidad va unida a la idea de que compartir o verbalizar los sentimientos es algo femenino, y lógicamente los hombres no comparten sus sentimientos y emociones. Pero, ¿qué pasa si alguien realmente es incapaz de expresar sus sentimientos? María Garrido nos explica en su artículo “¿Por qué nunca me dices que me quieres?”​ que un 10% de la población padece del trastorno médico de alexitimia, o incapacidad de expresar los sentimientos.
Garrido escribe que como en otros trastornos, hay diferentes grados de alexitimia. A veces no es tan grave, pero en otros casos puede causar serios problemas en las relaciones personales e incluso en la vida cotidiana. Garrido utiliza el ejemplo de un hombre que después de cuatro años en una relación seria con su pareja, no podía decir “te quiero” de una manera convincente. Como mujer, y en caso de ser su pareja, esta situación me molestaría muchísimo. Finalmente, el hombre y su novia dejaron la relación y un año más tarde, al hombre se le fue diagnosticada alexitimia. Aparte de este claro ejemplo de cómo el trastorno puede destrozar una relación, Garrido explica otras consecuencias que provoca esta enfermedad: falta de imaginación, una forma de pensar que prohíbe cualquier tipo de autorreflexión, y un estado de ánimo o forma de ser fría o distante hacia los demás. En un mundo donde el valor de la inteligencia emocional está reconocido cada vez más, las víctimas de este trastorno sufren una gran desventaja.
Afortunadamente, existe ayuda para la gente que padece esta enfermedad emocional. Garrido nos da un ejemplo de una actividad sencilla de tratamiento para gente con grados de menor intensidad. Se trata de reconocer y nombrar las emociones que se siente en ese momento, y más adelante, nombrar las causas o razones por las que se siente así. Mientras este ejercicio quizá nos parezca fácil y simple, realmente es un reto dificilísimo para gente con alexitimia. Piensa: si no tuvieras las herramientas para entender lo que sientes en cualquier momento del día, ¿cómo te verías ti mismo? ¿Cómo afectaría tu visión del mundo? Probablemente, sufriríamos mucho sin este conocimiento básico sobre nosotros mismos. Esta es la realidad para un 10% de la población.
Gracias a este artículo puedo ver las cosas con perspectiva. Me muestra la importancia de sentarme a reflexionar, escribir en mi diario, meditar, pasar el tiempo o rezar. Me hace sentir bien saber que tengo la habilidad de identificar cuando algo no me hace sentir bien, o cuando una situación no es saludable para mí o para mis emociones y sentimientos. Además, poseo la habilidad saber cuándo y cómo salir de dicha situación. Por otro lado, me recuerda que no soy la única persona que tiene sentimientos, y que mis palabras y acciones tienen efectos y consecuencias en los que me rodean. Por último, el artículo me recuerda que cada día tengo la oportunidad de compartir mis sentimientos con la gente que es importante en mi vida—mi amor, mis palabras alentadoras, mi compasión. Si tengo la oportunidad de apreciar mis amigos y familia cada día, ¿por qué no lo hago más a menudo? Así, mis seres queridos nunca tendrían que preguntarse, “¿porque ella nunca me dice que me quiere?”.


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