Sin quejarme (2): Katherine

http://blogs.smoda.elpais.com/banco-de-pruebas/cuando-me-pase-una-semana-entera-sin-quejarme/
En nuestro día a día, nunca paramos para pensar mucho en los temas de las miles de conversaciones pequeñas que compartimos con nuestros amigos, familia, compañeros de trabajo e incluso gente aleatoria por la calle. Pero si lo hiciéramos, los descubrimientos serían chocantes. En “Cuando me pasé una semana sin quejarme,” Rita Abundancia trata con el tema de las quejas y la frecuencia con que usamos quejar como una forma mayor de comunicación. Tras leer un artículo sobre un experimento donde no se puede quejar durante 21 días, Abundancia decidió intentar su propia versión de este experimento durante una semana, y sus anécdotas y experiencias de la semana no solo entretienen sino nos enseñan algunas lecciones valiosas.
Abundancia escribe sobre varias incidencias de su semana junto con sus observaciones y reacciones al experimento, pero la anécdota que más me llamó la atención fue sobre su experiencia con su empresa telefónica. En lugar de mostrar frustración e ira con la gente en la tienda, reaccionó con calma y una determinación de solucionar el problema. Eso es algo de que creo que cada uno de nosotros podemos aprender. Mientras quejarse es una muleta de conversación con amigos y familia muchas veces, es un impedimento en nuestras vidas en miles de situaciones así. Olvidamos que podemos ser mucho más efectivos con una actitud positiva.
Sin embargo, la conclusión de Abundancia después de vivir una semana sin quejarse es algo ambigua. Ella no descarta la sabiduría convencional que dice que las personas que no quejan son felices por su forma de ser. Pero a la vez, propone una idea nueva que las personas no quejan porque aprenden cuales situaciones tienen que evitar para que no quieran quejarse. Esta idea me parece bastante interesante, porque es verdad que hay muchas situaciones donde me pongo sabiendo que voy a pasarlo mal, sea por razones de mi reputación, o seguir el grupo, o hacer a alguien feliz. Opino que hay cosas en mi vida que puedo eliminar y con ellas, eliminaré muchas quejas, aunque hay una línea fina entre evitar situaciones difíciles y evitar nuestras responsabilidades o nuestro sentido de empatía para otros.