jueves, 8 de enero de 2015

Diez hábitos (3): Louise

http://www.monicafuste.com/2014/10-cosas-a-las-que-tendrias-que-renunciar-para-ser-feliz/
Tenemos todo lo que necesitamos para sobrevivir pero no sabemos cómo ser felices. Podría ser tan simple si sólo renunciásemos a comportamientos con los que complicamos nuestras vidas y el texto nos da 10 consejos para ser feliz.
A veces tenemos que perderlo todo para apreciar lo que tenemos. Sería mejor si pudiésemos apreciar lo que tenemos en el instante, pero en vez de eso nos preocupamos por cosas que, en realidad, no son tan importantes. Por ejemplo, nos importa demasiado lo que otros piensan de nosotros. Así no somos nosotros mismos porque tenemos miedo a no complacer a todos. Ser uno mismo y tener confianza en uno mismo es una condición para ser feliz y no importa si toda la gente está de acuerdo contigo. Siempre habrá alguien a quien no vas a complacer. Participar en chismes tampoco no te hace feliz. Tu vida tiene que ser muy aburrida si no tienes nada a decir salvo chismes de otras personas para hacer tú vida más interesante. Normalmente una persona habla mal de la gente porque no tiene confianza en sí misma y se siente muy insegura. La verdad es que nada es estable y nosotros tampoco. Pero eso no es importante, todos no somos seguros, todos no somos perfectos, todos tenemos nuestros errores. A veces es mucho mejor aceptar nuestras inseguridades e imperfecciones. Al final no tomarse a uno mismo tan enserio hace la vida más divertida. Así como ser capaz de reír de sí mismo y mantener el buen humor.
Además tendemos a mantenernos en el pasado y guardar rencor en vez de dejar pasar lo que pasó. Hay un refrán que dice que tienes la opción de guardar rencor o perdonar y el acto de perdonar es lo que te libera y te vuelve más feliz que mantener la ira aunque a veces sea muy difícil y parezca imposible.
Ni el dinero ni las cosas materialistas nos hacen felices. Queremos más dinero y más cosas y al final nos atamos a esas cosas y perdemos nuestra flexibilidad. Por ejemplo desprenderse de cosas puede liberarte.
Mucha gente tiene miedo al cambio. Todo lo que es extraño, diferente, anormal y nuevo rompe la seguridad y la estabilidad, pero al mismo tiempo es algo productivo, nuevo y que puede enriquecerte. Nunca tenemos el control total porque, como el texto dice, el control es una ilusión y por mi parte está bien así, porque a veces perder el control abre puertas con más posibilidades, más cambios, más cosas que aprender y más oportunidades.
Con todos estos consejos, puedes ser mucho más feliz. Tenemos las posibilidades, sólo tenemos que utilizarlas e intentar ser más abiertos con otros y con nosotros mismos.




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