jueves, 16 de abril de 2015

El cuento de muchas lecheras (9): Molly C.

Kiwi era un pájaro pequeñísimo que no podía volar, pero tenía muchas ganas de hacerlo como los otros pájaros. Después de todo, tenía alas. Por supuesto que sus alas eran demasiado pequeñas y que necesitaba otras más grandes. Recordó que el hada del bosque tenía poderes mágicos lo que le podía ayudar. Kiwi pensó: “Cuando vaya al hada, me dará una poción mágica, cuando la beba, me crecerán las alas, y cuando tenga alas, seré un pájaro verdadero.”
Algunos días después, Kiwi llegó al bosque del hada y Kiwi vio que el hada vivía arriba de un árbol y el único camino para subir era volar. Kiwi no podía creerlo. Empezó a llorar y derramó tantas lágrimas que un lago se formó. Al final, Kiwi se dio cuenta de que nadaba. ¡No sabía que podía nadar! De pronto, vio que su problema no era volar sino simplemente que no se había percatado de que ¡podía nadar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario