Mientras nos escapábamos los cuatro gatos y gatas del departamento y anejos a
perpetrar un safari fotográfico a la Ribagorza, me acordé de mi entrada sobre
los tejados de Toulouse (http://eldepartamentodondenuncapasanada.blogspot.com.es/2013/09/tejados-de-toulouse-volar-es-para.html)
y me dije para mis adentros: “¿Por qué ha de ser su Toulouse mejor que nuestro
Graus?”… Así que, intentando evitar cualquier confrontación y comparación, me
dediqué a gastar la memoria digital de mi cámara en retratar los tejados de
Graus desde lo alto del Santuario de la Virgen de la Peña. Y ahí quedan estas
fotos.
Ignoro el porqué de mi deseo casi obsesivo de fotografiar tejados. Puede ser
que subyazca en mí ese deseo de volar, libre y lejano, por contemplar cielos
abiertos y amplios; puede ser que sea simplemente porque la posición en la que
se realizan es algo más alta que la media lo cual “lo que natura non dio, la
fotografía lo presta”; puede ser que al contrario que en El Tercer Hombre,
cuando están arriba en la noria, Orson Welles le dice a Joseph Cotten: “Mira ahí
abajo, no son personas, son puntitos…”, para mí esos tejados cobijan emociones,
deseos, proyectos, relaciones,… y las personas que allí conviven no son
puntitos, sino personas de carne y hueso.
En fin, tengo que hacérmelo mirar…
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