Como casi todos los años, el departamento de español en pleno hemos escapado hacia territorios más o menos ignotos: esta vez hacia el Pirineo, con Sabiñánigo como foco y con los museos como lección. Acudimos, profesores y estudiantes, a conocer el Museo Etnográfico del Serrablo, que nos recibió con una mañana cargada de nubes, oscura y plena de malos presagios. Sin embargo, al entrar en el Museo Etnográfico todo fue calidez. Enormes cantidades de herramientas, aperos, cestas, muebles, vestidos, … cargados de la ilusión de las personas que los utilizaron y que ya forman parte de nuestros ancestros.
Antes de comer, nos escapamos a Lárrede para ver esa iglesia pequeña, recoleta, hermosa construida por los mozárabes y que cuenta con arcos de herradura en la puerta y las ventanas, mientras que la planta y el ábside son puramente románicos. Aprovechamos para recordar que en España fue posible la convivencia de las tres religiones monoteístas durante siglos, hasta que la política y los asuntos de estado consiguieron romper esa paz que hasta entonces había habitado en los corazones de sus pobladores.
Finalmente, tras la comida, corrimos al castillo de Larrés para ver uno de los pocos museos del Dibujo en España y, por supuesto, mereció la pena: el entorno, la colección expuesta, el cuidado, la restauración, las palabras del guía, la paciencia y atención de los estudiantes… todo fue un éxito.
Gracias a todos los profesores del Departamento de Español que ayudaron a que todo funcionara como un reloj y gracias por supuesto a los estudiantes que ayudaron e hicieron que la excursión fuera un maravilloso ejemplo de convivencia y alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario