Los rincones de Roma, por Prisca Petillo (2º Avanzado)

Es estupendo perderse por Roma y encontrar sorpresas. Estos son sólo algunos puntos de referencia en el mundo romano. Voy a empezar mi pequeña presentación desde mi lugar favorito: el Gianicolo , un parque público situado en la colina más alta de la ciudad, a 88 metros de altura.

Este lugar encantador resulta especialmente romántico para dar un paseo al atardecer y disfrutar del increíble panorama. En la colina del Gianicolo fue donde se libró una de las batallas más violentas entre romanos y franceses y por eso se ha hecho famoso. Para recordarlo podemos encontrar justo en la zona más alta de la colina una estatua ecuestre de Garibaldi, héroe de la unificación italiana. A lo largo de todo el parque del Gianicolo hay una gran cantidad de estatuas (mezzibusti) dedicadas a los héroes del “Resurgimiento italiano”.

En la plaza dedicada a Garibaldi, hay un cañón que, desde 1904, dispara un golpe al mediodía, durante todos los días de la semana, cuyo eco se oye en toda la ciudad. Bajando la colina podemos encontrar la Fontana dell’ Acqua Paola, que al parecer fue construida por el Papa Paolo V. Desde la placita de la fuente se puede tener otra vista impresionante de Roma.

Bajando un poco más nos encontramos a la Piazza di San Pietro in Montorio, donde está situada la Real Academia de España. La iglesia es muy bonita, una de mis favoritas. En el claustro de la misma iglesia de San Pietro in Montorio está situado el Templete De Bramante, escondido tras una pequeña puerta enrejada. Se edificò en 1502, durante el alto Renacimiento, en el lugar donde la leyenda supone que fue crucificado San Pedro, puesto que la colina del Gianicolo era sitio habitual para realizar las ejecuciones. El templete de San Pietro in Montorio se trata de un pabellón circular de pequeñas dimensiones que destaca por su armonía y belleza, una verdadera delicia para la vista.

Bajando se llega al barrio de Trastevere, uno de los más famosos de la ciudad. Este barrio se descubre poco a poco y sin prisa. La tranquilidad de sus calles y callejuelas permite al turista más curioso ver y admirar siempre algo muy interesante. Es posible así caminando de encontrar una torre de época medieval (Torre de los Anguillara del siglo XIII), una iglesia – la de S. Benedetto in Piscinula – con uno de los pavimentos más bonitos de la ciudad y con el campanario más pequeño de Roma. Si quereis una auténtica pizza hecha en horno de leña tenéis que venir aquí, pero por la noche. En Roma, la pizza se toma solo para cenar. Hoy por hoy, el barrio anda un poco revolucionado, y vive momentos de cambio. Por un lado, los negocios tradicionales siguen atrayendo al turista de siempre; y por otro, las nuevas generaciones abren locales de diseño con propuestas gastronómicas atrevidas. En los últimos años se ha puesto muy de moda entre los jóvenes romanos tomar el aperitivo, que muchas veces se sustituye a la cena. Para tomarlo os aconsejo los modernos bares en Via del Politeama, en los que, con la compra de un cocktail se tiene acceso a un picoteo de “tapas”, pasta fría y mucho más. En verano, para la gran fiesta del barrio, el Noantri (nosotros en dialecto romano), vuelve el espíritu tradicional. Es en julio y durante 15 días no se para: música en la calle, verbena, recitales de poesía romana, y mucho más. Justo en el otro lado del río, separado por el Ponte Sisto, encontramos a otro lugar con encanto: la Piazza Campo dei Fiori, conocida por su pintoresco mercado de alimentación al aire libre, abierto todas las mañanas, de lunes a viernes. Su nombre no significa que sólo se vendan flores; al contrario, tan sólo quedan dos puestos de este tipo. En medio de la plaza, la figura del filósofo Giordano Bruno parece contemplar con aire de profunda tristeza el ir y venir de gente, ya que fue quemado por hereje en este mismo lugar hace cuatrocientos años. Si nos situamos en la Plaza de Campo dei Fiori y cogemos una de las calles que salen de ella, Via del Pellegrino, a los pocos metros en el lado izquierdo se abre un pequeño callejón dentro del cual un vecindario pequeño con unas casas preciosas y un pintoresco patio.

Cruzando el corso Vittorio Emanuele II se encuentra la pequeña Piazza Pasquino, donde está una de las estatuas parlantes de Roma. En el siglo XVI, un sastre llamado Pasquiino comenzó a poner sobre ella versos satíricos que criticaban a la Iglesia y a la aristocracia. Pronto cundió el ejemplo y toda la ciudad se llenó de figuras parlantes. En los alrededores, en la Plaza de Sant'Eustachio (entre el Panteón y la Plaza Navona), hay una de las cafeterías más típicas y antiguas de Roma que para muchos hace el mejor café de la ciudad: la “Caffetteria Sant’Eustachio”. No deberíais iros de Roma sin tomaros un café. Al menos un capuccino para desayunar. Para no perderse con los nombres estas son las claves: Espresso, es el café que sirven si pidiendo simplemente "un café" mientras al caffè macchiato (makkiato) se le añade un chorretín de espuma de leche. El Cappuccino, es el clásico con leche y espumoso típico de las mañanas. Si os gusta la leche manchada hay que pedir un latte macchiato mientras lo mas parecido al cortado es el “marocchino” (marokkino) que se ha puesto de moda en los últimos años. Entre Trastevere y el barrio judío está la “Isola Tiberina”, una pequeña isla en el río Tiber, en pleno centro de Roma. Hoy alberga el hospital de los Hermanos de San Juan de Dios y la iglesia de San Bartolomeo, justo donde en la antigüedad estaba el Templo de Esculapio, el dios griego de la medicina.

Además, hay una gran oferta de ocio nocturno en los meses de verano. Es muy bonito dar un paseo en esta pequeña isla, y sobretodo bajar a las orillas del rio. Otra particularidad que no hay que perder es la puerta más noble de la ciudad, situada en la “Piazza dei Cavalieri di Malta”, un conjunto armonioso y muy tranquilo puesto entre arboles y casas de lujo de la colina del Aventino. Fue realizada durante el siglo XVIII (1765) por uno de los artistas más famosos de aquella época: Giovan Battista Piranesi. La puerta es monumental y está siempre cerrada, pero afortunadamente dejan “espiar” a través de su cerradura y de pronto nos aparece algo increíble! En una perspectiva perfecta hecha con plantas, arboles y flores, aparece desde lejos y con el medio una pequeña fuente, la imagen de la Cupula de la Basílica de San Pedro! No se trata de una ilusión óptica ni tampoco de una escenografía teatral: es el jardín que los Caballeros durante siglos han embellecido disfrutando de una terraza natural, la de la misma colina, y teniendo como vista la Cupola de Miguel Angel. A cien metros de la Plaza hay un pequeño parque encantador llamado el “jardín de los naranjos” por la multitud de naranjos plantados.

Bajando por la colina del Aventino os encontráis con la Basilica de Santa Prisca, mártir de la cristiandad, del I siglo después de Cristo. Si os entra el hambre paseando por la ciudad, os aconsejo coger el metro y bajar a la parada “Re di Roma” para merendar con lo que para muchos es el mejor tiramisù del mundo. La cafetería “Pompi” se encuentra en Via Albalonga 7. No cuesta mas de 10 minutos de metro desde el centro pero merece la pena probarlo! Otro lugar con encanto es el Ponte Milvio, el más antiguo de la ciudad y situado en la zona norte de Roma. A finales de 2006, inspirados por los protagonistas de la novela “Tengo ganas de ti” de Federico Moccia el puente comenzó a atraer el interés de las parejas, quienes usan el poste de luz sobre el mismo para colgar candados como señal de su amor. En el ritual, la pareja sujeta el candado al poste y luego arroja la llave al Tíber sobre sus hombros. “El peso del amor” hizo que la farola se cayera el 13 de abril de 2007; entonces el Ayuntamiento ha instalado unas cuantas cadenas cerca de cada farola y de este modo las personas pueden continuar este ritual. Hasta ha nacido una página web para poner candados virtuales. En los alrededores hay muchísimos bares y es una zona de marcha muy dinámica.

Saliendo de la ciudad, a unos 20 kilómetros hacía el este, nos encontramos a Ariccia, un pequeño pueblo famoso por sus tabernas, en las que se puede saborear la “porchetta” (Porketta), una excelente receta local de cerdo asado, y sus apreciados vinos. Es muy bonita la Iglesia de la Asunción de Bernini, coronada por una cúpula inspirada en el Panteón. No puede faltar una visita a la preciosa laguna de Albano, que se encuentra a unos 2 kilómetros. En la zona norte de la ciudad destaca el “Lago di Bracciano” situado a unos 40 kilómetros de Roma. Es muy famoso el “Castello degli Odescalchi” donde se casaron Tom Cruise y Katie Holmes. Es muy romántico pasear por las orillas al atardecer. Os aconsejo también ir al cercano Parque Natural de Martignano (justo al lado de Bracciano), una vera preciosidad. Espero os haya gustado este pequeño viaje virtual per los rincones mas encantadores de Roma. Os deseo viajar pronto a Roma y disfrutar de las maravillas de la ciudad eterna!!