sábado, 28 de febrero de 2009

Revista "EL PUENTE" - Presentación

Hace ya tantos años que presentar la Revista "EL PUENTE" es casi un ejercicio de memoria histórica. Recuerdo que, como siempre, un día nos levantamos con el cable cruzado y decidimos proponer a los alumnos de entonces -pocos y conocidos- que confeccionaran una revista o periódico donde poder mostrar lo que habían aprendido y también como un ejercicio práctico de redacción y convivencia.

Aquello de reunir a gente de diferentes países encantó a la coordinadora, la alumna Maureen Grond, y puso tanto empeño y tan buen hacer que la idea se hizo realidad bien pronto.

Recuerdo también lo imperfecto de los medios de maquetación, porque hasta entonces se había trabajado en los Institutos y Centros Públicos de enseñanza con la valiosa y hoy desaparecida "multicopista", verdadera academia de mecanografía y de ejercicios dactilográficos, pues traspasar el cliché era obra de gran mérito, pero hacerlo sin erratas, eso sí que era un milagro. Bien, el caso es que gracias a la inversión en la primitiva informática contábamos con los primeros ordenadores Mcintosh dotados de ¡¡¡una maravillosa disquetera!!! pero con la única impresora láser de todo el condado. Allí hice mis primeros pinitos como maquetador, aunque la lección la aprendí bien porque entre "bombitas" y "fallos al cerrar" tuve que repetir el primer número de principio a final unas cuatro veces. Posteriormente la labor se fue haciendo más fácil y amable, pues contaba con la preciosa ayuda de Pilar Monreal, profesora, compañera y ahora colega de batallitas y de historias de los primeros tiempos del Departamento como ésta.
Pero el tiempo pasó y al llegar al cuarto número contábamos ya en el Departamento con el primer ordenador PC y el primer programa procesador de textos, un Microsoft Word primitivo corriendo sobre MSDOS. A partir de ahí todo fue mucho más fácil, aunque fuera el último número el que publicamos.

Hay muchas historias dentro de la revista, las nuestras incluidas. No recuerdo todas las caras de los que participaron, pero sí recuerdo muchas o anécdotas de ellas. Sería demasiado prolijo y aburrido contarlas...

Finalmente, aparte de lo nostálgico del recuerdo, me gustaría señalar la ilusión de los alumnos por el trabajo; la ilusión, la motivación, el buen hacer y la infinita paciencia de Pilar Monreal -quien la conoce puede dar fe de ello-; y sobre todo que supuso un punto de inflexión en la actividad diaria de dar y recibir clase. Era la posibilidad de acercarse entre los alumnos, acercamiento que podía significar ese puente que la revista era, esa mano tendida para la aceptación, para la convivencia en paz, para la colaboración... en fin, para la VIDA.

¡Gracias a todos los que la hicisteis posible!

1 comentario:

  1. ¡Excelente idea la de incluir en el blog aquel hito histórico de nuestro Departamento que fue la revista El Puente!
    Verdaderamente fue un puente entre culturas, un intercambio de vivencias humanas plasmadas en sus páginas que sirvieron para conocer mejor otros países y otras costumbres. El Puente constituyó una experiencia inolvidable que nos enriqueció a todos, alumnos y profesores.
    Es cierto que todos nos volcamos en ella con ilusión y entusiasmo, pero de no haber sido por el denonado trabajo y el echar horas sin medida por parte del profesor Andrés Guerrero en su lucha por la maquetación de la revista con aquellos medios tan precarios, aquella empresa hubiera sido imposible. Gracias, Andrés, por tu generosidad, cualidad por la que siempre te has distinguido. Y gracias también a todos los alumnos que colaboraron con sus amenos artículos y cuyo recuerdo se nos hace hoy más presente al releer las páginas de tan interesante y entrañable publicación.

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