domingo, 27 de febrero de 2011

FUGAR o FUMAR, esa es la cuestión

Hace veintiún años, tres días y más o menos veinte horas que no fumo. Lo digo para el que haya llegado tarde a este blog y no sepa de qué hablamos. Vamos, para que se sienta actualizado y no se quede ahí, embobado, leyendo por leer.

Bien, el caso es que apenas publiqué la anterior entrada sobre los fumetas y el fumarreteo, empezaron a aparecer comentarios –malquistados, por supuesto- de que si cuatro letras, que si el amor rima con humo, que si yo sí y tú no, y otros comentarios –más femeninos aunque un tanto demodés- que apelaban a nuestra Sara Montiel para defender “el acto” –entiéndase esto como se quiera-. El caso es que este acto además de humo venía cargado de erotismo por las letras de la canción, por los morros de la susodicha embajadora y también porque esta buena mujer permanece ajena a los “cigarritos” y se dedica a los buenos “puros habanos”.

El caso es que con tanto ajetreo como provocó mi anterior participación, se me olvidó –cosas de la edad y del mono tabaquero- hablar del verbo FUGAR. Como ya adelantó en una de sus intervenciones mi compañero de reparto, FUGAR sería mi cristiana traducción del verbo SMIRTING, del que hablamos antes. FU vendría de “fumar” y GAR vendría de “ligar”. Así que ya no nos arredran los insolentes albiones utilizando verbos con los que no podemos hablar como se habla en España: con la boca llena.

El caso y ya termino es que ahora, cuando acudamos a la entrada externa del bar -donde van creciendo como setas distintos tipos de mesitas, barriles, sillas, cajas, barriles de cervezas, terracitas con mesas y sillas e incluso con estufas de gas…- podemos decirle a quien corresponda, con la boca llena de humo y echando roquetes por las narices: “¿FUGAS o trabajas?”

Y de la respuesta que recibamos obtendremos la mayor compensación al hecho de obnubilarse con los vapores tabaquiles y de aumentar la ratio de tipos con problemas respiratorios y con un futuro de pulmones podridos: que nos contesten cosas como “sí, pero uno rapidito”, o “ahora no que nos ve mi jefe”.

En fin, sigo diciendo que envidio estas posibilidades, pero me han dicho que no me dejarán FUGAR con un pitillo de plástico en la boca, así que tendré que decidir qué quiero: si FUGAR o no FUGAR. Difícil cuestión.

1 comentario:

  1. Bueno, Gelovira, aunque AA diga que los comentarios femeninos están un poco demodés, aquí te dejo la música que acompaña a la letra de marras:

    http://open.spotify.com/track/11Ep6QfbYCM2KsAVINBa3Y

    Yo creo que si copias y pegas esta dirección, la podrás escuchar, pero tendrás que "hacerte de spotify". Por otra parte, una buena oportunidad no sólo para escuchar todo lo que siempre has escuchado tú o lo que ni siquiera has escuchado nunca, sino hasta lo que escuchaba tu padre. Espero que la ley Sinde no nos quite esta "radio a medida".

    Y no me extraña que te hayas emocionado con ese cuplé. Yo, a pesar de toda las guitarras más o menos distorsionadas que pueda escuchar, me sigo emocionando con lo que mi padre escuchaba, desde la Piquer hasta Manolo Caracol, pasando por Nat King Cole o Antonio Machín. Una es así. Además, los boleros, cuplés y cantes jondos es algo que nunca se olvida.

    De hecho, hasta se pueden fusionar ambas músicas, como bien dijo El Extranjero, hablando de Los Planetas.

    De momento, sigo fuamando (otro nuevo verbo, AA, para ser usado), o sea fumando y amando.

    Aunque ya se sabe, el humo es individual y se le puede abandonar. El amor es demasiado universal como para dejarlo atrás.

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