TRES CONFESIONES (FRAGMENTO)
Es grato oírse llamar por su nombre
y ser amigo de otros hombres y otras mujeres
cuando retornan a la ternura
desde las islas en donde fueron confinados,
cada uno con su pesar, cada uno con su dicha,
cada uno ocupado con su tempestad,
altivo cada uno y sin embargo ardiente.
Es grato, por ejemplo, escuchar esa voz o esta
fluir sobre la mesa como un arroyo incesante
al pie de un vado donde la caravana se detiene.
Su caudal golpea nuestro pecho, resonante,
y lo colma de espumas, ondas y reflejos,
inmateriales dones de la vida que en secreto
alimenta su curso y se consume.
Devolver esa ofrenda, tender la mano o el
corazón
-la íntima paloma que levanta el vuelo
sobre las moradas de los hombres-,
nos hace más dulces, nos invita
a llevar al amigo consigo y darlo siempre a los
demás
en la menor palabra de esperanza o de perdón.
Esto es lo que celebro de la amistad,
lo que brilla en mi persona si alguien me llama
por mi nombre.
Sebastián Salazar Bondy
SALAZAR BONDY, Sebastián. Sombras como
cosas sólidas / Sebastián Salazar Bondy ; selección
y prólogo de Luis Loayza. – Barcelona : Llibres
de Sinera, 1974 (Ocnos ; 38)
Sólo los poetas tienen el don de expresar lo inefable y sólo los espíritus sensibles pueden llegar a comprender sus palabras.
ResponderEliminarHermoso poema, An Arco. Gracias por elevarnos sobre lo cotidiano con los versos de un autor que acabo de descubrir y que me ha tocado el alma.
Desde esta isla en la que fui confinado,
ResponderEliminaral pie de este vado donde la caravana se detuvo,
os tiendo la mano (el corazón si cabe),
os devuelvo la ofrenda en pública paloma
y os llamo por vuestro nombre
(Andrés, Piluca,...)
Y suena brillante.
Y sin embargo ardiente.