domingo, 25 de marzo de 2012

Zakopane, Polonia

¡Hay que visitar Zakopane!

Zakopane es una ciudad pequeña con unos 28.000 habitantes y una superficie de solo 84 kilómetros cuadrados. Esta situada en el sur de Polonia, muy cerca de Eslovaquia. Elegí esta ciudad, porque a mí me gustan mucho las montañas y en verano paso siempre algunos días en Zakopane, camino por las montañas, salgo a tomar aire fresco y aprovecho el extraordinario ambiente. Se dice que Zakopane es la capital de invierno en Polonia porque tiene condiciones para esquiar o hacer snowboard. Zakopane es más conocido por las pruebas de saltos de esquí. Cada invierno aquí tiene lugar un concurso de saltos de esquí. Viene siempre mucha gente, porque es casi nuestro deporte nacional.


Zakopane es una ciudad muy turística. Hay un montón de hoteles, albergues y pensiones. Lo que no te puedes perder es Krupówki, un paseo muy conocido en el centro de la ciudad, donde puedes comprar unos recuerdos para tus amigos o tu familia.


Hay muchos bares y restaurantes donde se sirve la cocina típica de Polonia. Como turista, la ciudad te encantaría. Te recomendaría probar "oscypek", queso de oveja, muy apreciado por su sabor único.


Lo que más me gusta en Zakopane es subir a las cimas de las montañas como Giewont, Kasprowy Wierch. Luego estoy siempre cansada, pero descanso del ritmo de  vida, de trabajo y de la ciudad. Lo que menos me gusta es la cantidad de turistas. Hay siempre mucha gente, independiemente de la estación del año.

De alli, me traería el aire limpio, el humor de los montañeses, y la comida tipica.

De España, me llevaría el sol, porque no siempre hay buen tiempo en Zakopane; me llevaría tambien tortilla de patatas y paella.

Katarzyna Komorowska, 1º de Intermedio

1 comentario:

  1. He tenido la suerte de viajar este año a Polonia durante unos días y, aunque estuve muy poco tiempo, esta experiencia me dejó, como decimos en español, "muy buen sabor de boca" y nunca mejor dicho en el caso del oscypek, tan especial y diferente a cualquier otro queso, al menos de España y de Francia que son los que yo más conozco. Además, en Cracovia, que fue donde pasé esos días, lo vendían también al aire libre en grandes cestos, lo cual me pareció curioso, y muy tentador. De hecho, me traje a España unos cuantos que fueron muy celebrados.

    ResponderEliminar