(Por Olena Karpenko)
¿Tantos escalones tiene la torre del Templo de San Nicolás? Bufff,un último
escalón y aparece la bella panorámica de la antigua ciudad de Praga.
Merecía la pena subir para verla.Todos los tejados son del mismo color
marrón y las casas de los colores del parchís.Sólo el Teatro Nacional nos
deslumbra con su dorada cúpula.¡Qué pena que ya no había ninguna entrada
para ver la obra de mi querido Tchaykovsky en nuestra corta estancia aquí
!Un poco más allá se ve Vysehrad,donde nació Praga.Toda la ciudad estaba
nublada, no sólo de niebla de lluvia, sino también de niebla misteriosa.Si
girabas un poco más a la izquierda aparecía llenísima de gente la plaza de
la Ciudad Vieja ,donde veías una de sus construcciones góticas más
destacadas, con interior barroco,era el Templo de la madre de Dios de Tyn.A
su lado se presenta ante tu vista el famoso ayuntamiento, con el reloj
astronómico, en cuya parte superior, al dar las horas, aparecen entre las 9
y las 21 horas los doce apóstoles.Al otro lado de la torre se ve la
sinagoga más antigua y mejor conservada de Europa Central, y en sus
cercanías nos encontramos el Cementerio Viejo Judío con tumbas
góticas,renacenticas y barrocas.Luego, paseando por sus calles, tienes la
impresión de que detrás de cada esquina aparecerá alguien con la cara
empolvada, pelucón blanco y peca postiza.Tambien te acompaña la sensación
de que vas entrando en un cuento histórico,luego a otro y a otro ,y que
siempre suena en tus oídos música clásica...Vivaldi,Mozart (su monumento se
encuentra en el lugar donde finalizó su ópera Don Giovanni
Bertramka),Bach,Bizet,...Dvorák (el monumento de Dvorák se encuentra en la
entrada al Rudolfinum).
Karluv most con sus 29 estatuas religiosas nos llevará por el río Moldava
hasta el Castillo de Praga(Prazsky Hrad)...,al lugar de peregrinaje mariano
Loreto...,al monasterio de Strahov,al Chram sv.Mikolase,donde estoy subida.
...Estoy segura de que Sissi, o su espíritu, aún veranean en Praga.
Al bajar de la torre de San Nicolás nos perdemos entre todos esos
turistas.Y no importa que siga lloviendo,descubrimos a nuestra manera la
Praga callejera, tan ajena al traqueteo del tranvia,misteriosa en cada
rinconcito,confundiéndonos una y otra vez con el mapa-guía,y ,
desgraciadamente ,encontrando golems de soterrados nazis, tras cada
mostrador y tras cada mirada autóctona..
De camino a Zaragoza en mi lado izquierdo dormía mi pareja y en mi lado
derecho sonaba el concierto disfrutado en Rudolfinum...
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