"La procrastinación efciente" - suena de lujo.
Con el ritmo de la vida
que llevamos solo podemos permitirnoslo un rato.
¡Tan difícil de pronunciarla y tan fácil de cumplirla!
Yo la dividiría en dos grupos: permanente y inconstante.
En el permanente me referiría lo que obtuvimos del nacimiento por la
naturaleza, las circunstancias climaticas, el ambiente y relaciones
que afectan y animan a seguir de ese modo, sin cambios. Creo que por
la actitud de las personas de ser lentos y vagos al relacionarse con
las personas activas llegan a un conflicto e incomprensión total.
En el segundo grupo me referiría lo que hacemos casi todos
temporalmente. A veces tener una vida activa e estresante, te cansa y
entonces, aqui viene en ayuda esa acción. También la procrastinación
aumenta con la edad, cuantos más años cumplimos, provoca que queramos
más tranquilidad.
De vez en cuando hacerlo no es tan malo, nos ayuda para que tomemos un
descanso y recuperemos fuerza.
¡Asi qué si podeís permitíroslo, hacedlo para vuestro bienestar
espiritual y conseguireís un buen karma!
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