miércoles, 1 de mayo de 2013

Ryan E.

(Enlace al artículo de El Día)
Este tema es muy interesante. Sobre todo, la primera idea es la que: todos necesitamos “mentiras blancas” para vivir. Que, en la opinión de Señor Pérez y yo, son fundamental para comunicar, vivir, y trabajar con otros.
Es evidente. De hecho en mi opinión la gran parte de este tipo de mentira no son mentiras. Es como hablamos. Seguro, que hay gente que no usan este tipo de mentira. Los que respondan a la pregunta típica de las mujeres: Este vestido me pone gorda? Claro que tenemos que responder que no, o para ser muy político. Bueno, mejor para decir que no. Pero, hay gente que dice… Si. Que? Que quieres? Me has preguntado no? Quieres que mentiro? En esto caso, si. En muchos caso estamos obligado para usar una forma de hablar que es neutral y político, que no ofendemos nadie.
La otra tema que me interesa mucha es la de las cosas habitúas que hacemos cuando mentimos. Según Bárcenas, que todos tenemos pequeñas “tics” o cosas que hacemos que admiten que estamos mintiendo.
Un buen ejemplo de esto es de la película True Romance, cuando un fenomenal Christopher Walken dice a Dennis Hopper que cada hombre tiene 17 señales o cosas que muestra o indica que el hombre esta mintiendo. En mi experiencia es verdad. Tenía un amigo que no podía mentir a mi, por culpa de que siempre conocía cuando estaba. Era muy evidente. Según este Bárcenas, todos, incluido los políticos (que son algunos de los mejores mentirosos en el mundo) como los de España a veces revelan sus indicadores. Lo mejor que conocemos una persona, lo mas difícil es para mentirar.



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