El objetivo de esta carta es denunciar públicamente la gran injusticia que se quiere perpetrar contra los profesores interinos, arrebatándoles la paga de los meses de verano.
¿Cómo se puede cometer semejante atropello? ¿Y por qué solo a los interinos? ¿Y por qué solo a los interinos de la enseñanza?
Ellos hacen el mismo trabajo que sus compañeros funcionarios con plaza en propiedad, no escatiman tiempo de dedicación a su tarea educativa, en muchos casos realizan actividades voluntarias en aras de una mejor formación de sus alumnos, se ofrecen para ser coordinadores de ciclo en los colegios si las circunstancias así lo requieren, acompañan a los alumnos en intercambios con otros países, etc...
Todo ello, como he dicho, lo mismo que si ocuparan un puesto en propiedad, pero con el agravante de que, al cambiar normalmente de centro cada curso escolar, en la mayoría de
los casos, alejado o muy alejado de su domicilio, deben desembolsar una buena cantidad de su dinero, bien para desplazarse diariamente a su trabajo, bien para pagarse un alojamiento allí donde enseñan.
¡Y todo eso sin dietas de ningún tipo!
Está visto que hay profesores de primera y de segunda, porque la Administración siempre lo ha querido así.
La eliminación de la paga del verano, además del incumplimiento de un compromiso por parte de la Administración, ya que el nombramiento de los interinos con plaza para todo el
curso indica que este termina el 31 de agosto, es un despropósito más y tendrá un coste social importante.
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