lunes, 24 de enero de 2011

Adiós, Peppo. Hola, Peppo.

Es hora de hacer cuento, recuento más bien. Ya os aviso: no es esta una entrada de rabiosa actualidad, pero para eso ya tenéis el facebook, los telediarios o las panaderías.
Ayer hizo un mes que despedimos a Peppo. Peppo es el protagonista de Peppo y la noche mágica, un cuento infantil ilustrado, una exposición que combinaba párrafo e ilustración en el mismo marco y de la que ya se dio cuenta en el blog vecino.
La historia habla de cumpleaños, de deseos cumplidos, de noches estrelladas y de fantasmas buenos. También hay un tren, una tienda de campaña y una mochila provista de galletas. La nuestra, nuestra historia, tiene también un poco de todo eso.
El final de este curso empieza a terminar hoy. Es el principio del fin, aunque el 22 de diciembre, con el sonsonete de los números de la lotería de Navidad, se marca el primer aviso, el primer final. Tras los turrones ya todo languidece. O reverdece. Según.
Desde hoy viviremos otra vez, y durante poco más de dos semanas, pendientes de la cantinela de otros números. Por un lado los del calendario de exámenes, para estar atentos a las fechas (corrección, publicación, revisión…); por otro, los de la calculadora, para multiplicar y sumar las notas (8 x 0,8 = 6,4... la cara de tu retrato. 6,4 + 4,6 = 11…aprobado). Por un tercer lado, los que, como Peppo, cumplen años esta misma semana (Gelovira, An Arco, Concha, Alberto…).
En el recuento de estos cuatro meses aparecerá Peppo, “con una sonrisa en los labios”. Algo irónica, porque sabe que el final se acerca, pero su final es abierto, inconcluso: “Soñé un final para esta historia, que pronto te contaré…”, acababa.


El año pasado terminamos las clases con él. El 21 de diciembre propusimos, tras darle muchas vueltas, una actividad a los de 1º de Intermedio. Consistía en relacionar los textos con los dibujos. La clase acabó en el vestíbulo de la EOI, comprobando las respuestas. Casualmente, Ángel Arnedo pasó por allí y nos hizo esta foto:

El 22 bajamos con los de 2º de Básico. Y la historia volvió a repetirse. Apareció por allí, también casualmente, Esther Lozano, la autora, que posó con/para los alumnos:

Supongo que algo de magia debió de poner Peppo para tanto encuentro casual/causal.


En poco más de dos semanas, haremos como el barquito chiquitito: volveremos a coger el tren, con una mochila cargada de galletas. Y acamparemos donde podamos. Y leeremos este u otros cuentos. A la intemperie. Y evitaremos que se estrellen los días. Y buscaremos, a cambio, fantasmas buenos, noches estrelladas…
Y, si esta historia parece corta, volveremos, volveremos a empezar. Este era mi final. Ya os lo dije: como en el cuento recuento.


4 comentarios:

  1. Felicidades a los que también cumplen años esta semana. Y felicidades al maestro contador de cuentos tan bien recontados. Por convertir el día a día de clase en un viaje a alguna parte donde la realidad es traspasada por los sueños y las emociones de los viajeros que conviven en el aula durante cuatro meses. Y por compartir esa aventura con quienes visitamos este blog.

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  2. He esperado a que llegara el día para hacerlo público: FELICIDADES, conchilectora.

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  3. Querida Concha:
    Felicidades también de mi parte.
    Y a ver cuándo te estiras y nos vemos el cuentacuentos, la princesa encastillada y el Peppón (que es mi doble personalidad).

    Besos

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  4. Muchas gracias a los dos por vuestra felicitación.

    Y a Pepp On Arco muchas felicidades también. Tú siempre tan cumplidor... con los años y, lo más importante, con todo lo demás. Me estiro cualquier día de estos para vernos y celebrar el no cumpleaños de todos.

    Besos y abrazos muy abrazados

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