Kufstein, con sus 16.000 habitantes, es la segunda ciudad más grande del Tirol. Muchas veces la llaman “la perla del Tirol” y hay una canción sobre este lugar “al verde verde Inn” que es el río que atraviesa la ciudad.
Antes hubo muchas luchas entre los bávaros y los austriacos para que Kufstein fuera su territorio, puesto que se trataba, y se trata, de un punto estratégico y comercialmente interesante en la puerta de los Alpes. La fortaleza, situada en lo alto de la colina en el centro de la ciudad, da testimonio de este tiempo.
Ahora es un sitio de interés turístico, cultural y universitario.
Lo que no te puedes perder son los lagos de las montañas en los alrededores de Kufstein, como el Hechtsee, el Hintersteinersee y el Thiersee. Son preciosos en todas las estaciones del año: para coger las primeras flores del año, bañarse y tomar el sol, dar un paseo por el bosque lleno de colores o patinar sobre el agua helada.
Te recomendaría visitar Kufstein durante el “Advent”. Toda la ciudad está decorada y hay un mercado de Navidad en el centro y en la fortaleza, donde la gente compra artesanía o bebe el “Glühwein” que es un vino caliente.
Lo que más me gusta es subir a las cimas de las montañas cercanas, como el Pendling o el Kaiser. Allí se puede disfrutar de la naturaleza, de una absoluta tranquilidad y las vistas son tan espetaculares que te dan un sentimiento de libertad.
Lo que menos me gusta el la inestabilidad del tiempo. También en verano puede hacer frío y hay posibilidades de lluvia.
De allí me traería “Kaspressknödel” que es una especialidad culinaria a base de queso, y una botella de Schnaps, un alcohol bastante fuerte.
De Zaragoza, me llevaría mucho jamón y a mi novio.
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Charmante... la belle Barbara.
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