domingo, 22 de enero de 2012

Carlos

Querido Carlos:

Oigo todos los dias tu programa. Después de mucho pensarlo me atrevo a escribirte un problema que me agobia mucho. Mi marido y yo tenemos un taller de confección y trabajamos juntos. Tenemos una compañera que se ha querdado viuda y tiene una hija pequeña. Ultimamente, mi marido compra muchos regalos para su hija, la lleva al cine, la acompaña al parque, y a ella le ayuda, le compra regalos. El 5 de enero fue a la cabalgata con ella y su hija. Después les invitó a cena en un restaurante lujo, y me dejó sola en casa, por que no me apetecía ir al centro con tanto jaleo. Los demás compañeros cotillen a ellos. Con lo cual, quiero despedirla del trabajo, pero me lo impide mi marido. Admás dice que estoy loca, falta corazón y no me puede aguantar más.

Antes él me quería mucho, me acompañaba a todos lados y me besaba ardientemente. Por culpa de ella hemos discutido mucho. Un dia hasta que me llevantó la mano. Todo esto no había pasado nunca en nuestra vida. Llevamos sin hablarnos desde entonces. No entiendo nada por qué llegamos hasta esta situación. Seguramente él está enamorado de ella. Tengo muchas ganas de separarme de él y no me soporto más a verlo. Antes de marcharme, me gustaría escuchar tus consejos. Es pero que me ayudes.

Atentamente
Qingqing

(Por Qingqing, 1º de Avanzado)

1 comentario:

  1. Querida, primero escribamos porque causal seguidito y no digamos expresiones como "no me soporto más a verlo" sino NO SOPORTO MÁS VERLO, pues al poner el pronombre personal ME parece que a quien no soporte sea a USTED misma..y entonces él tenga razón al irse con otra.
    Bromas aparte, creo que la situación es difícil de aclarar, lo mejor sería que usted pasara de su marido de una vez por todas y se fuera con uno de los empleados a ver qué pasaba..."echar una canita al aire" da mucha moral en los momentos turbios...aunque me teno que su marido no se lo permitiría...y por lo tanto, viendo que la cosa está tan mal, el consejo sería: pies para qué os quiero, regrese al pueblo de donde usted salió y aprendió a coser, monte allí un negocio tal y como montó éste con él y siga sola, que la vida da muchas vueltas y el amor una vez acabado no es una gran cosa, este marido no la merece, oiga...y y la vida no depende de que a una lo quiera un hombre, sólo faltaría.

    Un abrazo y manos a la obra....y como dice el refrán: OJOS QUE NO VEN CORAZÓN QUE NO SIENTEN.

    ResponderEliminar