Quién sabe dónde

Estimados señores,

Les escribimos para quejarnos por su servicio inadecuado. El pasado fin de semana fuimos a Huesca en un viaje organizado por su agencia de viajes “¿Quién sabe dónde?” Ahora les podemos asegurar que el nombre de su agencia corresponde íntegramente a su servicio y a las cosas que nos ocurrieron.

Segun folleto turístico nos ofrecieron: un hotel de lujo en el corazón mismo de Huesca, con piscina climatizada, instalaciones deportivas, aparcamiento vigilado y restaurante de primera categoría, asimismo como visita guiada a los monumentos y a los museos de la ciudad.

Desgraciadamente, nuestro viaje fue todo lo contrario de lo que esperabamos y que nos prometieron en su agencia. El hotel estaba en 20 kilómetros de Huesca y no era ni de lujo, ni de ninguna estrella, se parecía más a un refugio sucio y abandonado, desesperado de reparación total. Claro, que en un sitio como esto no había nada parecido a la piscina climatizada o instalaciones deportivas. El aparcamiento nos dió una sorpresa desagradable, es decir que encontramos nuestro coche con las puertas forzadas y las cosas desaparecidas. Lo de las guías para acompañarnos a los museos fue otro engaño, es que no había nadie.

Después de pasar un día fatal llegamos al hotel totalmente rendidos y nos pareció que una cena sería perfecto. Fuimos al restaurante para encontrar que ¡estaba cerrado! Y el personal de la recepción no nos dió ni disculpa, ni explicación, nada... Por fin fuimos al supermercado para comprar algo de comida.

Era nuestra peor experiencia de viaje, lo pasamos muy mal.

Reclamamos dacos y perjuicios por no cumplimento de las condiciones ofreciadas por su agencia en este viaje. Quedamos a la espera de su respuesta y les aseguramos que si en plazo prudente no la recibimos, hacemos otras gestiones necesarias.

Le saludamos atentamente.

de Svetlana Uzhinova