El verano pasado fuimos con nuestro grupo de amigos a Mayotte, una isla exótica entre Madagascar y el continente en el océano indico. Una noche queríamos hacer camping salvaje en la playa. Como el camino se hizo bastante largo, llegamos de noche y pusimos la tienda sin ver mucho. Sin embargo, el ambiente era muy agradable y decidimos entrar al agua. Estábamos mirando las estrellas cuando de repente salió algo muy grande y oscuro del agua. Nosotros, gritando de susto, huimos a la tienda. Al poco llego una guardia y nos dijo que estábamos en una zona protegida para la reproducción de tortugas del mar. Con gran alivio pasamos el resto de la noche viendo las tortugas con la guardia. ¡Al final fue una noche increíble!
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