Nunca hasta ahora había pensado al tema de los muertos viventes, pero es una metáfora interesante, aunque un poco macabra, de algún aspecto de la sociedad, siempre que yo haya entendido bien lo que quería decir en ese artículo.
Me parece interesante sobre todo lo que dice con respecto a los “perfiles zombie” del facebook. En este momento muchísima gente tiene un perfil en el facebook. Bajo mi punto de vista, esto por un lado es útil para mantener el contacto con las personas que viven lejos, con las que no podemos ver todos los días, y además es una manera más economica y más rapida que el móvil para comunicar con los amigos.
Pero por otro lado me parece muy peligroso. Muchas personas son adictas a este medio de comunicación como a una droga y pasan todo el dìa, todo su tiempo libre, enfrente del ordenador, contando cosas muy íntimas sin darse cuenta que todo el mundo podrá leerlo.
La persona que está en el facebook tiene tu nombre pero tu puedes crearla como quieras, puedes dar una imagen completamente distinta de tí mismo, para que la gente crea que eres de una forma, cuando en realidad eres totalmente otra persona.
Por esta razón hay gente que crea un perfil “zombie”, con características inventadas que le gustaría tener, o que gustarían a los otros, para que el jefe, o la novia, o los que no le conocen, tengan una buena opinión de su vida, aunque todo esto no sea real.
Este fenómeno a veces me da miedo. Sobre todo los adolescentes, o por lo menos los que yo he conocido, suelen hablar más en chat que cara a cara, tanto con las personas que conocen como con los desconocidos. Es más facil hablar con una pantalla del ordenador en el medio, no se corre el riesgo de exponerse. Pero así, para volver un poco a su metáfora, en poco tiempo tendremos una sociedad de muertos vivientes. Se pierden todo el encanto de conocer a las personas en vivo, no pueden usar los cinco sentidos, ni provar fuertes emociones, ni ver una sonrisa más real que un emoticon que te guiña un ojo.
Si supieran como era bonito vivir sin la adición al ordenador, lo dejarían y saldrían a la calle para relacionarse de verdad.
Silvia Macchia
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