sábado, 19 de mayo de 2012

2011/12 No volverá a ocurrir

Por sexto año consecutivo, y desde hace un par de semanas, ya está en tus manos la nueva entrega de la Quiniela Hispanocultural, un tibio, sangrante, ilustrativo o divertido reflejo de lo que pasa en el mundo mundial, con la única condición de que el original haya sido emitido en una de las variopintas variedades del español. 

El año ha sido propicio para la elefantiasis en lo que a frases se refiere. Casi no hemos dado abasto, hasta el punto de que nos hemos visto tentados a apagar la radio o a desenchufar la tele ante semejante aluvión, que amenazaba con colapsar nuestras carpetas. Cuando ya teníamos la edición cerrada, nos pitaron en los oídos 11 palabras que, si bien no cambiarán el curso de la Historia, nos obligaron a rehacer la cabecera del concurso. Esperamos que no vuelva a ocurrir. 

A las cabañas bajé y a los palacios subí, dice el Tenorio. Y eso hicimos. En todas partes intentamos dejar dulce o amarga memoria de todos ellos. Y lo cierto y jodido es que cada vez que han abierto la boca ha subido el pan o ha bajado la Bolsa. Pronunciadas desde las más regias instituciones políticas o por el último mindundi que por allí pasaba, todas tienen su pedigrí certificado y su denominación de origen. 

Frases que vienen afiladas como bisturíes, o sólidas como una buena pedrada: quince sabrosas perlas que podrás desgranar hasta el día 23. 

Te quedan cuatro días para la entrega. El jueves 24 publicaremos en esta misma entrada las soluciones. Aguza bien el oído, pregunta a tus colegas a cambio de una merienda, lee, marca y confía en la suerte. Si ninguno de ellos tuvo reparo alguno en decir lo que dijo, que a ti no te tiemble la mano. Diviértete.










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