De hecho, no es ningún secreto que hay perfiles de zombis en las redes sociales y que hay empresas que curran generando a estos zombis. No veo ningún problema grande en esto. Y aquí explico el porqué de mi posición. Empiezo con el famoso proverbio ruso que proclama:
“- ¿Quién tiene la culpa?
- Tu mismo”.
Es verdad que las redes sociales...
se utilizan para la búsqueda de empleo. Sin embargo, tal método tiene un lado peligroso para la objetividad. Sabiendo que a lo mejor la información que contienen el Facebook o el Twitter de una persona es una ficción o esta persona en la realidad no existe, los departamentos de recursos humanos perciben los perfiles de las redes como una herramienta importante en la selección de los candidatos.
Por un lado a una persona le puede favorecer que haya empresas que se dediquen a cambiar su imagen, sus habilidades, su nivel personal, cultural y profesional para llegar a obtener la meta deseada que es el puesto de trabajo o la aceptación dentro de un grupo social. Por el otro lado se crea un perfil falso de esta misma persona indiferentemente de los resultados que obtengan los head-hunters al final. Entonces podemos estar rodeados de personas inexistentes o falsas… almas muertas.
Un amigo mío, que es el informático, un día me contó que el mismo Facebook crea perfiles de usuarios que en realidad no están registrados. Además la red social pide a los que están registrados la información personal de otros, incluyendo nombres, números telefónicos, direcciones de correo electrónico, etc. Por eso me temo que la seguridad de los datos personales no esté en el nivel que promete Facebook a nosotros.
Estoy pensando cerrar mi perfil.
Olga Moiséeva, 2º Nivel Avanzado
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