El cerebro del corazón
Annie Marquier es una matemática e investigadora de la conciencia que lleva muchos años investigando la intersección entre la ciencia y la conciencia. Próximamente expondrá sus descubrimientos sobre el cerebro del corazón y sus implicaciones.
Annie Marquier es una matemática e investigadora de la conciencia que lleva muchos años investigando la intersección entre la ciencia y la conciencia. Próximamente expondrá sus descubrimientos sobre el cerebro del corazón y sus implicaciones.
Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso independiente con más de 40.000 neuronas, que le permite poder tomar decisiones y actuar independientemente del cerebro ; además de que puede aprender, recordar e incluso percibir. Eso sí existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón hacia el cerebro de la cabeza.
La primera es la comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos, esto le permite al corazón influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones.
La segunda conexión es la información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. El mismo produce varias hormonas como, la ANF, la hormona del estrés y la oxitocina, también llamada la hormona del amor.
La tercera es la comunicación biofísica mediante ondas de presión, a través del ritmo cardiaco, el corazón envía mensajes al cerebro y al cuerpo.
La cuarta es la comunicación energética: el corazón posee el campo electromagnético más potente de todos los órganos que se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros y que cambia en función del estado emocional.
La frecuencia cardiaca es armoniosa, de ondas amplias y regulares cuando se tienen emociones positivas; y desordenada, con ondas incoherentes con las emociones negativas. Estas ondas se sincronizan con las cerebrales, los que nos lleva a pensar que las emociones no son más que un estado de conciencia inteligente.
Samia Boutebakh
Samia, es interesante tu información, ¿nos quieres contar más? ampliar, por ejemplo, esto último que dices, que las emociones son un estado de conciencia inteligente.
ResponderEliminarmerci
Isabel desde Barcelona