Las vacunas, así como muchos medicamentos, en general, son hechos para la mayoria de las personas, o sea, en teoría, como cada organismo reacciona de una manera distinta, tenemos que tener en cuenta que una cierta cantidad de personas podrán ser afectadas por el efecto adverso de esas vacunas.
El problema ocurre cuando esas personas afectadas por los efectos adversos, que deberían ser la grande minoría, se transforman en una mayoría. Para tal problema, deberían existir pesquisas más precisas, obviamente más estudios clínicos sobre las posibles reacciones y un control más preciso del gobierno, pero como todos nosotros ya sabemos, el poder de las grandes empresas de fármacos y las grandes cifras siempre van a estar en el primer plan.
La grande verdad es que todos nosotros estamos sujetos a esos riesgos que son puestos por las personas que deberían estar cuidando de la sanidad pública, ya que, hablando de una manera específica, esas vacunas pueden traer riesgos de muerte para estas chicas.
Con toda esta polémica en torno a la vacuna, lo único que los padres podrán hacer es ponderar todos los riesgos que puedan venir a causar a sus hijas y decidir lo que es mejor.
ANA VIRGINIA DE BRITO PINTO. AVANZADO I
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