Creo que es un bonito lema, con fuerza, positivismo, poder de persuasión y que representa lo único que nos queda, en muchas circunstancias - seguir adelante, “keep walking”.
Yo pienso que la música y el cine son dos grandes potenciadores de esos tipos de lemas, los cuales pueden influenciar toda una generación al hacer referencia a acontecimientos históricos de gran transcendencia para la humanidad.
Para mí, músicas como “Don’t worry, be happy!” o “How wonderful Word!” o aún “Let’s peace a chance”, y “Imagine” etc. son ejemplos de canciones con fuerte contenido optimista, de esperanza, de llamamiento a la capacidad humana de sobreponerse a las dificultades personales y colectivas y, lo más importante, nos recuerdan que el ser humano, en esencia, es bueno.
La película “Good morning, Vietnam” también es un ejemplo, a mí modo de ver, de esa fuerza implícita en algunos llamamientos, en los que siempre hay una tentativa de transmitir esperanza, alegría y, en ese caso, el mensaje de que uno no está solo.
No obstante, los medios de comunicación siempre han preferido las historias negativas – las guerras, infortunios, crímenes, violencia, crisis, pérdidas, desastres, en fin, ese lado oscuro y mórbido de la vida y del ser humano. Por otro lado, es sabido que en la oscuridad la luz, por pequeña que sea, brilla con más intensidad.
Quizás por eso el lema “keep calm y carry on” siga, después de tantos años, tan actual, tan vivo y tan necesario.
Aún que se pueda considerar la combinación muy acertada de elementos – imagen, color, sencillez y mensaje – yo creo que lo que realmente lo transforma en un ícono es que, a pesar de las muchas teorías de lo contrario, el ser humano es susceptible a los mensajes positivos, cree en la vida y está sediento de paz, confianza y, en especial, de esperanza.
Vera Ferreira
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