viernes, 15 de marzo de 2013

Dagmar K.

(Enlace al artículo de El País)

¿El estrés acorta la vida?

Es demostrado que el estrés resta los años. ¿Cómo?, el cortisol, la principal hormona de estrés, afecta a los telómeros, las terminaciones de los cromosomas responsables de la renovación celular. Además, los telómeros se acortan con la edad, por lo tanto el cortisol puede hacer aún más daño hasta dejarlos totalmente inútiles.

Está comprobado que las personas con altos niveles de ansiedad envejecen 10 años más que el resto. Por ejemplo, las madres al cuidado de sus hijos con enfermedades crónicas, el estrés alteraba la enzima telomerasa, guardiana del ADN. Simplemente la ansiedad y las preocupaciones atacan nuestro sistema inmunitario lo cual provoca aceleración del envejecimiento.

Es más, el estrés crónico nos puede generar hasta problemas con colesterol o intensar el ritmo cardíaco. Se podría equivaler el riesgo cardíaco por estrés a fumar cinco cigarrillos al día. Además hay estudios que llegaron a la conclusión que presencia continuada de adrenalina y noradrenalina (otras hormonas de estrés), puede provocar la mutación del ADN y la aparición de células cancerígenas. Otro estudio advierte a posible relación entre el estrés psicosocial y el riesgo de cáncer de intestino.

¿Cómo podemos aminorar su insalubridad? Tomando suplementos de calcio y magnesio, el magnífico dúo antiestrés. El calcio es imprescindible para la recuperación del organismo estresado y el magnesio es un relajante natural y de más es necesario para asimilar el calcio. Otras cosas que ayudan a dar salida a esta sobreexcitación pueden ser yoga, pilates, un deporte no competitivo o nuevas técnicas como meditación y respiración. O la solución más sencilla – besos. Los besos lanzan la dopamina, la hormona de felicidad, que reduce los efectos de estrés.

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