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La vejez, que parece ser una edad donde hay que hacer un informe de los años pasados, en realidad presupone un olvido de las experiencias negativa y un recuerdo de todo lo bueno y las informaciones que procuran satisfacción emotivas en el tiempo presente.
Las personas ancianas dedican el tiempo en el hacer, pensar y recordar cosas positivas que se rifieren al presente.
Le ves pasear por la calle, despacio, y lo que es un impedimento físico para ellos, parece reflejar como en realidad viven, sin ir a paso de una sociedad donde la vida va damasiado de prisa, y disfrutando de la existencia en el aquí y ahora.
Tienden a probar emociones positivas y vivir las experiencias emocionales relacionandose más con quién quieren, como la familia y los amigos intimos.
Están en un bar o en un parque con los amigos y parece que viven una segunda juventud, sin las preocupaciones sobre el futuro, porque saben, son concientes de lo que les espera, y con una felicidad incomparable disfrutando de lo mejor que la vida les ofrece.
Se divierten como los niños y cuantos más años cumplen, más se parecen a ellos, físicamente y mentalmente, necesitando la misma atención y cuidados.
Quién ha tenido la oportunidad de vivir y disfrutar de los abuelos, saben que son ejemplo de vida, de ternura y amor, un regalo, y que necesitan el mismo respecto y amor, lo mismo que nos han ofrecido gratuitamente.
Son maestros de vida, una vida dura que han logrado hasta llegar a esta edad con dignidad y corage.
! Gracias de corazon abuelos!
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