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Sueño es un misterio. ¿Por qué soñamos cuando tenemos que dormir? A veces no podemos entender las cosas que vemos. No sé si depende de las cosas que hemos leído antes de dormir, o lo que hemos pensado durante todo el día. ¿Por qué a veces soñamos con las personas que nunca hemos conocido?
Con un pijama de rayas, manchado de sangre, arrastrando los pies, desnutrido y casi muerto de hambre, apareció él saliendo de un barracón cuando los rusos le liberaron de un campo de concentración. Se volvió a su pequeña ciudad, pero su mujer ya se había casado con el otro, sin haberle esperado. Pidió quedarse unos meses en casa de su amigo que vivía al lado, que tenía mujer y muchos hijos. Y se surgió el amor con la hija mayor de su amigo, que aparecer desde hace el tiempo estaba enamorada de él. Aunque él le sacaba casi veinte años, se casaron y tuvieron tres hijas. Una de ellas, rubia con ojos grandes y azules, era mi madre. Era una niña muy risueña hasta el día de los catorce años, cuando se murió su padre. Él tenía un cáncer de garganta, que hacía que no le pasaba la comida, se puso de los huesos, igual de aquel día que salió de un barracón. En unos meses se murió de hambre.
Yo nunca llegué a conocer a mi abuelo, pero en mis sueños le veo claramente y sé quién es. Quizá porque esa historia una vez me haya contado mi abuela, o quizá que los neuronas del cerebro lo hayan inventado todo.
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