Caligrafías (1): Katherine

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En el artículo “Hacer la caligrafía, ¿la nueva meditación? ”, Blanca Lacasa defiende la posición de que la caligrafía es un arte importante con beneficios significantes para la salud. Ella compara la caligrafía a una forma de meditación, porque al practicarla, provoca un estado de concentración en la que el artista se pierde en su obra, provocando una paz profunda. También, crear algo con tus propias manos trae una satisfacción interna, y además, puede ser un cambio de todas las cosas que se fabrican hoy en día y que no son únicas.
Antes de leer este artículo, siempre había pensado en la caligrafía simplemente como una forma específica de letra cursiva, como vemos en manuscritos antiguos por ejemplo. Nunca había pensado que la caligrafía también incluyera todas las formas del arte que tienen que ver con las palabras. Usando esta definición de la caligrafía, yo también he estado haciendo uso de este arte durante años. Siempre durante el colegio y la universidad, dibujaba los títulos de mis apuntes en figuras artísticas (mientras paraba de dibujar para apuntar cosas, desde luego). Aunque alguna gente diga que esto puede distraerme del tema o de la discusión de la clase, yo argumento diferente.
De hecho, varios estudios científicos me confirman la teoría; depende de tu mejor manera de aprender (visual, escuchar, o kinestésica), dibujar mientras escuchas una lectura o charla puede ayudarte a recordar mejor lo que has escuchado. Aprendo mejor cuando veo algo por escrito, y aun mejor cuando lo escribo yo. Entonces, creo que esta conexión entre mi mano y mis ojos aumenta mi concentración, y el acto de dibujar me deja absorber mejor la información de la clase. Fuera del aula, me gusta hacer cartas personalizadas hechas a mano, o escribir y dibujar en un diario, así que confirmo fuertemente el argumento de Lacasa sobre los efectos relajantes de la caligrafía.