domingo, 11 de marzo de 2012

Hauke

A mí me parece sencillamente ridículo que algunas personas se indignen sobre un vídeo que muestra una instructora practicando yoga en lencería. Seguramente yoga es una disciplina vieja, enraizado en las tradiciones del hinduismo y el vídeo puesto a debate sin duda no tiene ningún objetivo religioso, sino es publicidad para una cadena de gimnasios. Pero no puedo entender como una mujer guapa realizando posturas de yoga difíciles y elegantes puede “abusar” tal disciplina. La gente a que no le gusta esta forma moderna y comercial no tienen que practicarla, simplemente pueden continuar con su yoga clásica y nadie impedirá a ellos hacerlo. Pero polemizar contra la yoga “profana” para que la dignidad de la disciplina esté conservado no tiene ningún sentido. Por lo visto hay un gran interés en las formas comerciales de yoga como válvula de escape al estrés y no pienso que nadie tenga el derecho de prohibirlo. Al contrario, creía conveniente si los defensores de la yoga tradicional vieran el aspecto positivo de la omnipresencia de la yoga profana en la publicidad: Sirve bien para despertar el interés de mucha gente por yoga que en caso contrario nunca se ocupara con este tema.

Hauke Gärtner, 2º Avanzado

1 comentario:

  1. Estamos en una sociedad muy moralista, antigua, pues sería más sano
    mentalmente respetar el hacer de cada cual, evitar así escandalizarse,
    exajerar, y poner el acento en lo menos importante, la lencería,
    dejando de lado lo esencial, la disciplina del yoga.
    Sé de lo que hablo porque hace cuatro años que lo practico, voy con
    quien me siento a gusto y que el resto haga lo que quiera, lo esencial
    es practicarlo y no perder el tiempo en tanta crítica.
    Isabel
    Barcelona

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