Después de otra película habitual sobre la irrupción de zombie al mundo me acordé que quedaba un relato. No sé porque a los hombres les gusta esos tipos de películas, no veo nada que sea interesante ni divertido. Además, todos los zombie son iguales como algo disforme y asqueroso y sólo se distinguen por ausencia del ojo derecho o izquierdo. Por desgracia esas películas parecen a algo fantástico cada vez menos y es posible que aparezcan pronto nuevo tipo de humano que sea transformado por cambio climático, catástrofe ecológica y falta de alimento.
“No lea los periódicos rusos antes del desayuno. Perderá el apetito.” –aconsejo el profesor a su ayudante. Es la frase de una novela “El corazón de perro” de M.Bulgacov (1925). Los medios de información desde siempre han sido las armas psicológicas. Pero lo peor de todos en mi opinión es la tele. La llamo “zombicaja” , y creo que no hay nada que influya tanto a la mayoría de la población en todo el mundo convirtiéndonos a una masa. Cada día tenemos que aguantar la enorme cantidad de ¨telebasura ¨ que nos se aborrega, aniquila los sentimientos y emociones y, al final, destruye todas las ganas de pensar, haciéndonos desalmados y parecidos a los zombie.
Diana Ivanova. 2ºNA 2012
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