La dieta de la felicidad
La dieta es la prohibición de la comida que te gusta, también es una manifestación de la fuerza de voluntad. Pero la verdad es que lo que está prohibido justo en este momento está lo más deseado. Yo no tengo fuerza de voluntad para estar a dieta, tampoco me gusta prohibirme comer lo que quiero. ¿Por qué? Porque todavía no he visto a nadie que después de la frugalidad no haya engordado otra vez, además con cada kilo perdido durante la dieta se recupera 200 gramos más.
Las dietas me dan miedo porque me conozco y sé que con el hambre estoy furiosa. La ausencia de algún elemento se nota muy rápido, por ejemplo, mi cerebro no funciona sin azúcar así que los hidratos de carbono son imprescindibles para el consumo cada día. Como máximo puedo hacer “un descanso” y durante un día comer poco, preferentemente frutas, verduras y agua. También a veces utilizo apio en platos diferentes por su capacidad de quemar más calorías que contiene esta verdura. Cuando quiero adelgazar enserio sigo dos reglas. La primera es que las raciones deben ser de tamaño pequeño que quepan en dos palmas de las manos, y la segunda es no comer dos horas antes de dormir.
Diana Ivanova 2ºNA 2012
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