Aprovechando este puente de Todos los Santos, me he dedicado a poner al día (aunque habría que decir mejor, recoger) todos mis archivos, papeles, documentos y demás cosas que se acumulan sobre la mesa de mi despacho hogareño (la mesa del despacho escolar es otro cantar y necesita más tiempo). Y he encontrado las fotos de las vacaciones de este verano: vacaciones a León y a Galicia, huyendo del malvado calor del desierto zaragozano). Como no tengo ningún pudor en mostrar mi nulo ojo y dedo fotográfico y más aún mi terrible gusto e ignorancia, he decidido exponerlas para que, aunque no os gusten las fotos, podáis al menos disfrutar de soñar con los espacios que visitamos y que tanto nos gustaron.
La primera parada fue en el Hostal de San Marcos, en León. La última vez que estuvimos en León le juré a mi amada que volveríamos a lo grande y así lo hicimos, aunque ya saben Uds. que todo es pura fachada.
No podía faltar el barrio húmedo, irónico nombre referido a cuanto allí se trasiega, y la maravillosa Catedral de León.
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