Cuentos de Hadas
The End.
Los cuentos de Hadas que conocimos en la infancia nos llevaron del
mundo real a otro imaginario, lleno de misterio, magia, romanticismo e
ilusiones. Éramos inocentes, creíamos en ello y lo vivíamos. Con ellos
aprendimos a distinguir lo bueno de lo malo. Nos imaginábamos que
éramos esos personajes: princesas, príncipes o héroes que luchaban con
dragones, piratas, brujos, etc. Éramos capaces de hacer cualquier cosa
por imposible que fuera. Y lo más importante era que siempre tenía un
final feliz.
Al crecer, empezamos a leer otro tipo de literatura, pensamos en otras
cosas, olvidamos nuestros sueños de la infancia. Pero algún día,
cuando volvamos a leer los cuentos para nuestros hijos, o si en algún
momento volvemos a oírlos, los vemos de otro modo; el dulce
sentimiento de la infancia vuelve a visitarnos, sonreímos y ponemos en
marcha nuestra imaginación, sin la misma magia y sin el mismo misterio
de antes, pero los adaptamos a nuestra visión actual y al final
resulta divertido.
The End.
pues te doy la razon...y comento que cuando crecemos la magia que conocimos sigue existiendo...pero en la realidad misma y en cosas sencillas.
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