Ancianos (2): Oana

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Como  tratar a  nuestros  ancianos
El ciclo vital de los seres humanos a lo largo de la vida tiene varias etapas: la infancia, la adolescencia, la juventud y la vejez. La última etapa del ciclo, la vejez, comienza a los sesenta y cinco años aproximadamente hasta al final de la vida.
¿Qué pasará cuando lleguemos a la vejez y nadie esté a nuestro lado para alcanzarnos un vaso con agua? ¿Te gustaría que tus propios hijos te rechazaran y te metieran en un hogar para ancianos para que te mate la soledad?
Yo me hecho estas preguntas y me gustaría que alguien algún día me cuide cuando ya no pueda por mi misma. Tenemos la responsabilidad de cuidar las personas que nos dieron la vida, de aquellos que nos cuidaron y protegieron cuando éramos pequeños. Es una ley de la vida que a veces se ve dolorosamente alterada y que sin embargo también lo es si se cumple.
La mayoría de las definiciones de la palabra " vejez" subrayan más los aspectos negativos: la vulnerabilidad, las enfermedades  el acercamiento de la muerte.  Los ancianos pertenecen a los grupos socialmente menos favorecidos o marginados de la vida cotidiana pero la población tiene que integrarlos , transmitir a la sociedad las necesidades de los ancianos, ¿que piensan?,¿cómo se sienten?
Tenemos qué tener respeto a sus momentos psicofisicos, a sus ritmos propios, a sus valores y concepciones, a sus comportamientos, a sus deseos, a su propia organización de la vida. De todos modos los  mayores tienen derecho a elegir como quieren vivir y nosotros tenemos que respetar sus decisiones.
La atención al anciano será siempre desde un segundo plano: abierta, positiva y sin juicios.
Esta atención lleva implícita la dedicación de un cierto tiempo para escuchar ¿cómo está esa persona mayor?, ¿cómo vive?, ¿ qué quiere?, ¿ qué le gusta?, ¿ cómo percibe sus recuerdos y experiencias? La escucha de la que hablamos es humana y está teñida de aprecio.
El cariño debemos proporcionárselo a los ancianos en grandes dosis, porque en esta edad se valora más que nunca , el afecto, la sensibilidad que dejamos de escapar. El cariño se transmite por nuestros gestos, nuestra mirada, nuestro tono cálido a la hora de dirigirnos a ellos y también por las caricias: el abrazo, el beso que hace sentir que no está sólo y que es querido y valorado.
La vejez es la etapa e la que se adquiere un nuevo rol: el de ser abuelo. Los abuelos cumplen la función del pasado, de continuidad, transmisión de la historia y las tradiciones familiares.
¡Si tienes abuelos o parientes ancianos, no cierres tu corazón! ¡Tiéndeles las dos manos para ayudarles y ofrecerles respetó, atención, cariño e integración en la vida de cada día!