Último día lectivo antes de llegar a 2022. 22D, Día de la Lotería. De diez a una. Clase en las calles. Algo de luz y algo de niebla.
Para encender el día, había que cruzar avenidas.En cursos anteriores, la llamada a la intemperie tenía cierto efecto de dispersión. O se anticipaba el éxodo navideño o se estiraba el calor de las sábanas. El resultado eran cuatro gatos, tres gracias.
Dos torres nos dieron la bienvenida, con el aire de irrealidad y lejanía del sfumato de la Monna Lisa, que va de la sombra a la luz.
Como
signo de nuestros tiempos, aunque sin cita previa, en la sombra había policías vigilantes: la fe y el
azar.
La fe en el azar era una bola de navidad con forma de bombo de lotería.
Se hicieron dos grupos: los que están en vías de ilustración (A) por un lado, y los más ilustrados (B y C) por otro. Los primeros con María Jesús y los segundos con Olga.
La fidelidad del Departamento hacia las guías de Buisán Gómez es recíproca, y va en paralelo desde hace más de 30 años. Apostar por los clásicos conlleva cierta forma de transgresión.
Y no fue una sola, sino muchas y variadas razones. Conjurar la niebla.
Conjurarnos gente maja, entre majos acostumbrados a la distancia social.
Recuperar ese viejo vicio de la amistad.
El hilo conductor de la visita no era otro que la historia de afecto entre Francisco de Goya y Martín Zapater, íntimos amigos.
Que mantuvieron una cadena de intercambios. Chorizo madrileño por chocolate zaragozano, básicamente.
Que Goya echaba de menos la vidilla y el colorido de ese barrio de heroico nombre.
Y que le preocupaba que el único superviviente de sus hijos tuviera viruela.
Al llegar a la Plaza de los Sitios,
Y seguimos su ejemplo, haciendo arte de su arte.
Y jugamos a representar lo representado, como gallinitas ciegas.
Tan ajeno a su época y tan fuera de su tiempo que 1808 fue tan solo su particular número de lotería. Uno de tantos que no tocó.
Un par de velas temblorosas. Goya y nosotros, el arte y la razón. Algo más de 50. Llamas alumbrando sobre un océano de sombras. Un mar de fueguitos.
..."Si ves las sombras, es que hay luz"
ResponderEliminarAgradezco muchísimo a quien nos ha acompañado con esas bonitas palabras en un día de niebla en el marco del genio de Goya, a la sombra de las luces.
Fueguito o fogonazo, comentarios como el tuyo son los que dan luz a esta historia, a este blog. Gracias a vosotros. A ti.
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